Después del desfile al mediodía y la visita a Los Pinos, el Tri Sub-17 acudió al restaurante Arroyo al sur de la ciudad, donde familiares y amigos del cuerpo técnico y jugadores celebraron en grande con los Campeones en un convivio que se alargo por casi cuatro horas.
En punto de las 15:32 horas, la escuadra verde llegó al lugar proveniente de la casa presidencial y la barbacoa (como plato principal) fue servida a la mayoría de los integrantes y sus familias, entre ambiente de música y mariachis que no faltaron en este caluroso festejo después del título mundial.
A las 19:15 horas, la celebración llegó a su fin y los cadetes se dispusieron a regresar al que ha sido su hotel de concentración al sur de la ciudad de México previo a la Final contra Uruguay, no sin antes repartir numerosos autógrafos entre los clientes y saludar a distancia a cerca de 50 aficionados que los esperaban afuera y que sólo los vieron salir abordo del autobús.
Como ha sido costumbre, el trayecto estuvo resguardado por un fuerte dispositivo de seguridad que abrió paso y los acompañó hasta el hotel, donde otros 100 aficionados esperaban con ansia su llegada, aunque elementos de seguridad privada del aposento impidió que se acercaran a los jugadores y se resignaron también a verlos de lejos por sólo algunos momentos.
Los cadetes aún no rompen filas y mañana se tiene estipulado acudir a la invitación de Marcelo Ebrard a la casa de gobierno del Distrito Federal para recibir otro merecido reconocimiento de parte de una autoridad pública, como sucedió este lunes de parte del presidente Felipe Calderón.
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