Kaká se ha convertido en el principal obstáculo del verano para Florentino Pérez. El presidente del Real Madrid había hecho su plan económico para confeccionar la plantilla de la próxima temporada y la pieza clave de todo este engranaje era la venta del centrocampista brasileño. Después de gastar, sin éxito, 300 millones los dos últimos años para acabar con la hegemonía del Barça, las arcas del club blanco han quedado un tanto disminuidas y la `operación salida¿ es vital para afrontar los refuerzos de esta temporada.
Florentino había calculado ingresar alrededor de 90 millones por los traspasos de Lass Diarra, Fernando Gago, Ezequiel Garay, Pedro León y Kaká, los cinco futbolistas que no entran en los planes de José Mourinho. Y el brasileño, tasado en 40 millones, era el futbolista que debía dejar más dinero en caja. De momento, el Real Madrid solo ha ingresado 5,5 millones por Garay, la mitad de lo previsto en principio y lleva gastados ya 55 `kilos¿ en los fichajes de Coentrao, Callejón, Sahin y Varane.
La entidad madridista aún debe afrontar la contratación de un galáctico, sea Neymar, Sergio Agüero o ambos. Y para ello necesita desprenderse imperiosamente de un futbolista del cartel de Kaká. Esos 40 millones son imprescindibles para acabar de cerrar la plantilla, pero el centrocampista brasileño no lo va a poner nada fácil y va a convertirse en un auténtico quebradero de cabeza para el presidente madrdista.
Kaká es consciente de que esta pasada temporada no ha rendido al nivel que se espera de él, pero está convencido que ha sido un problema exclusivamente físico y que el curso que empieza va a volver a ser el futbolista que deslumbró en el Milan y por el que Florentino pagó 65 millones hace apenas dos veranos.
El brasileño se ha pasado media temporada en el dique seco y no tuvo tiempo de alcanzar su mejor estado de forma en la recta final del campeonato, pero cree que aún puede ofrecer su mejor versión en el Real Madrid. Es por eso que ya ha comunicado tanto a Florentino Pérez como a José Mourinho que no tiene ninguna intención de abandonar el Real Madrid. Kaká tiene todavía cuatro años más de contrato con el club blanco y su intención es triunfar en el Bernabéu, cosa que aún no ha podido lograr desde que aterrizó, el verano de 2009. Un grave problema para Florentino, que lo había puesto en el mercado.
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