El técnico del Barça, Josep Guardiola, ha hecho un paréntesis en sus vacaciones para encontrarse con los responsables del club y comprobar cómo marchan las negociaciones para las altas y bajas, así como la planificación organizativa de la pretemporada que arranca el próximo día 18.
Guardiola estará los primeros días de esta semana en Barcelona y ajustará su agenda para encontrarse con los responsables blaugrana, tanto a nivel directivo (el presidente Sandro Rosell y el vicepresidente Josep Maria Bartomeu) como ejecutivo (el secretario técnico Andoni Zubizarreta o el ejecutivo Raül Sanllehí).
El técnico blaugrana marcó muy claramente sus preferencias para reforzar la plantilla antes de tomarse unos días de descanso. Cesc Fàbregas es un objetivo estratégico, de la misma manera que es necesario contratar un delantero con un perfil distinto a los que están actualmente en la nómina blaugrana. Alexis Sánchez se ha convertido en el principal candidato para esta demarcación.
A partir de aquí, Pep recordó que está en plena sintonía con el club a la hora de fijar unos topes económicos razonables a la hora de negociar estas contrataciones. El Barça sigue peleando para que Arsenal y Udinese acepten unos traspasos por debajo de los cuarenta millones a base de variables más o menos abultados.
El problema es que el `mercato¿ blaugrana se encuentra estancado en esas mismas circunstancias dos semanas después, aunque a tenor de las declaraciones del técnico del Udinese Francesco Guidolin parece que se ha podido avanzar algo en el caso de Alexis. En la negociación por Cesc, el Arsenal se habría avenido a hablar del traspaso aunque considera que es escasa la oferta económica que ha realizado el Barça. Y la actitud intransigente de Arsène Wenger, aunque se trate de un movimiento táctico, tampoco ayuda.
Guardiola ha estado al corriente de todo a través de Andoni Zubizarreta con el que se ha mantenido en contacto. También, de las conversaciones sobre las posibles salidas de jugadores de la primera plantilla (Bojan Krkic, Jeffren Suárez, Gaby Milito, Maxwell Scherrer...) y que igualmente condicionan el margen de maniobra del club desde el punto de vista económico.
El técnico de Santpedor tampoco ha dejado de comunicarse con Cesc Fàbregas. Como ya sucedió en el caso de David Villa, que vivió dos veranos muy complicados cuando el Barça tuvo que negociar con el Valencia su contratación, Guardiola ha conversado con el centrocampista de Arenys de Mar para reiterarle su pleno respaldo.
Cesc se encuentra en una situación especialmente incómoda ahora, entrenándose en solitario en Londres mientras el primer equipo del Arsenal lleva a cabo una gira por Asia y su nombre está presente de manera contínua en los medios de comunicación. La esperanza del internacional catalán es que la insistencia de Pep sobre los responsables blaugrana, recordándoles que considera su fichaje un refuerzo primordial para la plantilla, impulse el acuerdo con el Arsenal.
La situación se puede complicar aún más, tanto para el jugador como para el club, cuando los `gunners¿ regresen el lunes al Reino Unido para continuar con la pretemporada. La imagen del todavía capitán del equipo entrenándose en solitario mientras se negocia su salida podría ser una presión añadida para todas las partes. De ahí la esperanza de Cesc en que Guardiola, durante las conversaciones que mantendrá esta semana, vuelva a insistir para que se aceleren las negociaciones. El técnico considera que, además de las necesidades deportivas de la plantilla, que son prioritarias, ha adquirido un compromiso moral con Fàbregas que ha tenido que pronunciarse en los dos últimos años.
El grueso de los efectivos de la primera plantilla del Barça volverá a la actividad el próximo lunes 18 y es evidente que Guardiola desearía poder hacerlo con, al menos, la incorporación de Cesc ya cerrada, teniendo en cuenta que Alexis está compitiendo en la Copa América. Sin embargo, a día de hoy parece complicado que pueda ser así.
El técnico blaugrana también ajustará los detalles organizativos de la pretemporada, con la gira por Estados Unidos, y también deberá perfilar los nombres de los jugadores del filial de los que dispondrá para completar la primera plantilla durante las semanas de preparación.
Guardiola, que se encontraba descansando con la familia en la región de la Toscana italiana, tiene previsto regresar a Verona para apurar los días de vacaciones con ellos. Allí acabará de recargar las baterías consciente de que a partir del lunes arrancará una temporada 2011-12 que va a ser especialmente complicada desde el inicio, pues en agosto ya estarán en juego la Supercopa de España contra el Real Madrid y la de Europa frente al Oporto.
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