Desde las retiradas de Manolo Sanchis y Fernando Hierro en los albores del siglo XXI, el Madrid atravesó una profunda crisis en el centro de la defensa. Desde entonces se ha gastado la friolera de 152 millones de euros para encontrar futbolistas de garantías que aseguren el relevo. El último en llegar ha sido Raphael Varane, de 19 años, por el que ha pagado 10 millones de euros al Lens. Y lo ha hecho teniendo las espaldas cubiertas en esa demarcación donde hay hasta seis jugadores: Carvalho, Pepe, Ramos, Albiol, Garay y el canterano Mateos, curiosamente por el único que no ha pagado un euro y que seguramente será traspasado junto a Garay tras la llegada de Varane.
Un déficit superado en la actualidad después de hacer inversiones que resultaron un verdadero fiasco. El primero de esa lista fue Samuel, por el que el Madrid pagó 25 millones de euros a la Roma. El argentino engrosa la lista de los peores fichajes del fútbol español. Duró una temporada y el Madrid perdió 8 millones al traspasarlo a la Juventus. En esa lista negra también figura el inglés Woodgate, que jugó sólo 10 partidos en dos temporadas por culpa de las lesiones.
El Madrid perdió 17 millones en la operación al traspasarlo por tres al Middlesbrough. Otro central que no convenció, aunque cumplió los cuatro años que firmó fue el alemán Metzelder. Llegó libre y se fue libre. Cobró 8 millones de euros por los 30 partidos que jugó en cuatro años: 3.750.000 euros por partido.
Cannavaro cumplió los tres años que firmó pero no estuvo a la altura. Llegó como mejor jugador FIFA tras ganar el Mundial con Italia, pero dejó mucho que desear. Curiosamente el fichaje más criticado fue el de Pepe, por pagar 30 millones de euros al Oporto. El portugués ha rayado a gran altura y es fijo en la zaga blanca. Garay, por el que el Madrid pagó 10 millones al Racing, no ha tenido oportunidad de demostrar su progresión. El argentino y Mateos serán los centrales sacrificados tras el fichaje del francés Varane.
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