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La FIFA se pronunció en el conflicto por el poder en la CONCACAF y declaró al hondureño Alfredo Hawit como el Presidente de la organización regente del futbol en el Norte y Centro América y el Caribe.
En una carta obtenida por The Associated Press, el Secretario General de la FIFA Jerome Valcke le menciona Hawit, a las 40 federaciones que conforman la CONCACAF y a su Comité Ejecutivo que la FIFA reconoce la decisión de nombrar a Hawit a cargo de la CONCACAF tras la crisis desatada por la suspensión de su Presidente Jack Warner.
"Le pedimos a los servicios legales de la FIFA que diesen su opinión sobre la actual situación de modo de atender los diversos pedidos hechos a la FIFA para intervenir", indicó Valcke en la carta enviada el viernes pasado. "Tras un análisis profundo del caso, el despacho legal de la FIFA considera que los pasos y decisiones tomadas dentro de la CONCACAF se apegan a la reglamentación de la CONCAFAF".
Lisle Austin asumió la presidencia de la CONCACAF, luego que Warner fue suspendido por la FIFA en medio de acusaciones de sobornos. Pero el Comité Ejecutivo de la CONCAFAF destituyó a Austin cuando éste quiso despedir a Chuck Blazer, el Secretario General de la confederación e integrante del comité ejecutivo de la FIFA que acusó a Warner y al Presidente de la confederación de Asia, Mohamed Bin Hammam, de comprar votos en las elecciones presidenciales de la FIFA.
La suspensión de Austin por quebrantar las reglas del organismo fue acogida por la FIFA, que le inhabilitó para participar en cualquier actividad vinculada al futbol.
Pero el dirigente de Barbados considera que su despido fue "ilegal" y asegura que era el único que contaba con la facultad de convocar la reunión que derivó en su remoción del cargo.
Austin sostuvo el pasado viernes que una corte en las Bahamas falló a su favor para poder retomar sus funciones en la CONCACAF.
Pero la carta de Valcke recuerda a los miembros de la CONCACAF que acaten su propia normativa, que prohíbe acudir a la justicia ordinaria para resolver conflictos. Los mismos sólo pueden ser zanjados dentro de la FIFA o en el Tribunal de Arbitraje Deportivo.
La FIFA se pronunció en el conflicto por el poder en la CONCACAF y declaró al hondureño Alfredo Hawit como el Presidente de la organización regente del futbol en el Norte y Centro América y el Caribe.
En una carta obtenida por The Associated Press, el Secretario General de la FIFA Jerome Valcke le menciona Hawit, a las 40 federaciones que conforman la CONCACAF y a su Comité Ejecutivo que la FIFA reconoce la decisión de nombrar a Hawit a cargo de la CONCACAF tras la crisis desatada por la suspensión de su Presidente Jack Warner.
"Le pedimos a los servicios legales de la FIFA que diesen su opinión sobre la actual situación de modo de atender los diversos pedidos hechos a la FIFA para intervenir", indicó Valcke en la carta enviada el viernes pasado. "Tras un análisis profundo del caso, el despacho legal de la FIFA considera que los pasos y decisiones tomadas dentro de la CONCACAF se apegan a la reglamentación de la CONCAFAF".
Lisle Austin asumió la presidencia de la CONCACAF, luego que Warner fue suspendido por la FIFA en medio de acusaciones de sobornos. Pero el Comité Ejecutivo de la CONCAFAF destituyó a Austin cuando éste quiso despedir a Chuck Blazer, el Secretario General de la confederación e integrante del comité ejecutivo de la FIFA que acusó a Warner y al Presidente de la confederación de Asia, Mohamed Bin Hammam, de comprar votos en las elecciones presidenciales de la FIFA.
La suspensión de Austin por quebrantar las reglas del organismo fue acogida por la FIFA, que le inhabilitó para participar en cualquier actividad vinculada al futbol.
Pero el dirigente de Barbados considera que su despido fue "ilegal" y asegura que era el único que contaba con la facultad de convocar la reunión que derivó en su remoción del cargo.
Austin sostuvo el pasado viernes que una corte en las Bahamas falló a su favor para poder retomar sus funciones en la CONCACAF.
Pero la carta de Valcke recuerda a los miembros de la CONCACAF que acaten su propia normativa, que prohíbe acudir a la justicia ordinaria para resolver conflictos. Los mismos sólo pueden ser zanjados dentro de la FIFA o en el Tribunal de Arbitraje Deportivo.
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